Vicio

A ti, que te conocí en mi pubertad, y me acompañas durante mi juventud. Me acuerdo aún de esa noche en la que te pegué la primera calada, el primer trago, el primer beso. No podré olvidar ese momento, aún me acompañas allá donde voy, aunque los demás no se den cuenta de tu presencia, aunque estés oculto.
Eres un lastre que llevo conmigo, aunque, eres parte de mi, eres parte de lo que soy, no puedo desprenderme de ti...ni tampoco quiero. En cada fiesta te recuerdo, en cada borrachera te recuerdo, cada vez que me coloco te recuerdo, cada vez que vomito te recuerdo, en cada polvo te recuerdo.
Me atraes, me atrapas entre tus garras y no puedo escapar. Intento olvidarte, te doy esquinazo pero siempre estás ahí para devolverme al punto de partida. No puedo dejar de pensar en ti, no dejo de hacer lo que me dictas. Algunos me dicen que te deje pero no quiero, quiero vivir mi vida como yo quiera y así es como quiero vivirla.
¿Durará esto eternamente? No sé si podré resistirlo, no sé si podré seguir tus pasos, no sé si podré...sobrevivir.
Iré al infierno, lo se, pero me da igual, sólo espero que se esté calentito.

Sentir

Mirando al techo y cogido de su mano, las lágrimas corrían por mi rostro, cicatrizándolo de sentimientos a cada milímetro que avanzaban. Mi mente pensaba, mi alma se encogía y mi corazón se retorcía como si estuviera atado con alambres de espino. Sí, lo asumo, tengo miedo, mucho miedo. Miedo a no ser dueño de mi, a depender de esa mano a la que estoy cogido, miedo a quedarme otra vez helado de dolor, miedo a... sentir. Mi envoltura, mi coraza, ya no vale de nada, no me protege, no me ampara. Ahora desprovisto de mis defensas, de lo que me hacía sentir seguro, me aferro a esa mano, como si mi vida dependiera de ella. Estoy jugando con fuego y me acabaré quemando.

El baúl

Hoy, por primera vez desde hace ya mucho tiempo, se abrió un baúl. El baúl en el que yo tenía metidos, con mucho recelo: el dolor, el miedo, la incertidumbre, la impotencia, latristeza, la rabia... Cosas, sentimientos que guardé y dejé olvidados. Durante tiempo estuvieron ahí, encerrados, bajo llave. Una llave que hoy se introdujo en la cerradura y abrió el baúl contra mi voluntad.

Me cogió desprevenido y sin saber qué hacer. Bajo el polvo del tiempo resurgieron esas cosas, a las que tanto temía, fantasmas del pasado que estaban ocultos en lo mas recóndito de mi memoria.

Quiero volver a cerrar el baúl, quiero encerrar todo lo que nunca tuvo que salir de él. Pero no encuentro la llave.

Quítate de mi camino.

Día tras día sigo aquí, atrapado, en esta cárcel de barrotes de oro. Estoy harto de no poder decidir, equivocarme, vivir un error. Me quitaste mi libertad, mi decisión y mi autonomía; me dejaste , aquí, encadenado. Pero esto ya llego a su final, romperé mis cadenas y me iré, ya no me tendrás más y no volveré. Fuiste una piedra en la que tropecé, pero ¿sabes qué?, te retiré de mi camino, te quite de mi paso, de mi vida, de mi existencia. Vete, fuera de aquí, ya has vivido bastante de mí. Ha llegado la hora de que sea mi propio dueño, el que elija cómo vivir, cómo ser, qué errores cometer y qué llegar a ser.

Hazte un favor y quítate de mi camino.

Chicos Buenos

Tenéis que portaros bien, obedecer las órdenes, las reglas. Hacedlo todo como es debido, no os paséis de la raya. Controlad vuestros impulsos, tenéis que guardar vuestra imagen, la sociedad os lo exige y no pequéis... NO

Eso se acabó, sed como de verdad queréis, no encajéis en los cánones, no seáis como vuestras madres quieren que seáis, sed vosotros mismos: imperfectos, pecaminosos, estúpidos, vanidosos, egoístas... Vuestra vida es vuestra y de nadie más, vividla cómo queráis, que nadie os lo impida. Que los placeres de la vida os inunden hasta los últimos escollos de vuestro cuerpo, sed por un momento en la eTErnidad un acólito del pecado. Dadles rienda suelta a los más bajos instintos, recuperad la naturaleza que perdísteis. No MATES el deseo. Ya está bien de estar atado con cuerdas sociales, ya está bien de interpretar un papel de extra EN tu vida, protagoniza tu VIDA.

No te aceptarán, no te querrán, no te soportarán, pero ¿ellos se aceptan/quieren/soportan a sí mismos? No.

Salid de las sombras y sed chicos 'buenos'.

Morfeo

Enciendo la luz, no puedo dormir, escribo:

¿Qué estás haciendo? Éste no eres tú. ¿Qué te aflige? ¿Por qú te comportas de este modo?
Sabes que todo esto no te conduce a nada, no lo sigas. No insistas en ser quien no eres, así no serás nunca feliz. No destroces lo que tienes alrededor por un objetivo ficticio. Conténtate con tu vida, con lo que tienes y con lo que eres, No imites a otros y se tú mismo. No te autoengañes. Aún estás a tiempo.

Dejo de escribir, apago la luz. Morfeo me ha abandonado.

Diferentes

Al ser humano las diferencias nunca le han gustado, ¿por qué ser diferente, si se puede ser igual?. Todos iguales, homogéneos, ninguno resalta sobre otro, ¿por qué?. El miedo a lo desconocido, la ignorancia y la incomprensión han provocado a lo largo de la historia las mayores genocidios de la humanidad.

En cambio, hace muy poco nos hemos empezado a dar cuenta de que las diferencias es lo que hace que evolucionemos, que crezcamos como seres pensantes y que seamos maduros culturalmente. Las personas más brillantes que han existido, existen y existirán; han sido, son y serán diferentes. Einstein, Picasso, MacQueen, Madonna, Nietzsche, todos estos personajes, en sus diferentes ámbitos han sido diferentes al resto, han innovado, han investigado y eso les ha hecho lo que son o han sido famosos mundialmente. La genialidad reside en las diferencias y en la innovación.

Fijaros si el que tenéis al lado se sale de los cánones de la sociedad actual, porque si es así, tenéis a alguien muy especial a vuestro lado.

Tan Feliz...

Me levanté esta mañana con un ansia desenfrenado de ser feliz, como nunca lo había sentido antes, el sol brillaba. Conforme iban pasando las horas todo cambió. Nubes grises volvieron a aparecer en escena en el cielo de mi alma, llovió, relampagueó. Ríos de emociones encontradas llenaron mi cuerpo y mi ser: ira, cariño, añoranza, desconfianza, desengaño, pena , alegría...

Creía que todo había pasado, que no volvería a ese callejón, al que tento temía y temo. Ahora me encuentro en él. ¿Quién me puso allí? Tú, yo, los dos, ninguno. Eso no lo sé, ni lo quiero saber.

Sólo espero que deje de llover y el sol brille de nuevo. Es de noche, tendré que esperar.

Esta mañana me levanté tan feliz...pero ahora, de noche, puedo morir.

Bite me

Clávate en mi. Arranca , soy para ti. Me duele, no esta bien, pero me gusta. No eres un sacrificio, sino todo lo contrario. Nuestras bocas se tocan, el resto no importa, enséñame tus dientes, abre tu boca, prepárate y muérdeme.

Cobarde

Si tú, cobarde, te estoy hablando a ti, cobarde. Confundes tu realidad subjetiva con la realidad del mundo, la verdadera, te escondes en ella y haces que te olvides de todo lo que te rodea y te obcecas en conseguir algo inalcanzable, cobarde.

Tú que vives en un mundo de fantasía y humo, el cual no vale nada y en el que poco a poco te vas quedaddo atrapado como en una cárcel de sueño. Te contentas con un 'te quiero' o con un 'me gustas mucho' falso hueco y sin fondo, como un agujero negro en el que no hay nada.

Poco a poco vas sacrificando cosas por seguir en ese 'estatus' de comodidad y supuesta felicidad en la que te contentas indefinidamente, ¿acaso no tienes objetivos más importantes en tu vida?, ¿acaso no te tienes respeto ni por tí mismo?, cobarde.

En lo que si te debo de felicitar es en la capacidad de estas en ese estado de 'atontamiento' perpetuo en el que vives, en ese mundo con tus propias reglas, las cuales cambias cuando te conviene y desobedeces una y otra vez, ¿vives en un mundo irreal de cobardes creado por ti en el que ni si quiera tu tienes claras las reglas?

Estás viendo cómo poco a poco delante de tu cara atónita se te está escapando todo de las manos, como el agua del mar entre la red de un pescador. Pierdes, pierdes y sigues perdiendo, atrapado en un bucle que siempre se repite con exactitud.

La solución a todo esto es enfrentarte a tus problemas y pasar de ser un cobarde a una persona que afronta la vida como un valiente, elige unn camino u otro, pero no te quedes a medias tintas. Y mientras tanto sigue perdiendo tu vida en tu particular cárcel de sueño.

Ira

Rompo, mato, destruyo, aniquilo, destrozo, no puedo más. Sentimiento desmedido que no puedo controlar. Lo peor de mi ser, lo peor de tu ser, no me importa, no serás más que yo. Llueve, y el agua no puede apagar mi ansia, mis ganas de destruirte, de aniquilarte, de convertirte en polvo, que es lo que eres, polvo.

No puedo más. Esto cansa, pero no puedo rendirme, todavía no.

Ira, frenesí que nos embriaga, que nos convierte en animales. No puedo más.

Me di cuenta...

Te conocí y me gustaste.
Sentía que te quería.
No sabía que te amaba.
Me di cuenta de que no eras para mi.

Otra vez

Otra vez aquí, en este rincón, oscuro... Me preguntaba por qué estaba oscuro, sentía dolor, no me encontraba bien, soledad, mala compañera. Palpé para ver qué tenía a mi alrededor, estaba frío, no había nada. Silencio. Me levanté intenté caminar, pero no pude, no era dueño de mi cuerpo. Seguía ese dolor persistente en mi interior, me faltaba algo, estaba vacío... otra vez. Pasaba el tiempo y seguía sin poder ver nada, mis ojos no se acostumbraban a la oscuridad, no sabía donde estaba o qué tenía a mi alrededor, me sentía...perdido. Me dí cuenta de repente de una sensación que tuve en todo momento pero que sólo en ese instante me di cuenta. Notaba cómo un líquido caliente manaba de mis ojos mi cabeza y mi pecho. Tomé un poco de este líquido con un dedo y lo probé, sangre. En ese momento me acordé de lo que había sucedido unas horas antes. Loco, me arranqué el corazón para no sentirte más, me arranqué el cerebro para no pensarte más y me arranque los ojos para no verte más. Otra vez.

Te Odio mi pequeño monstruo.

En un sofá para dos

Tú y yo.
Solos.

Tú y yo.
Mirándonos.

Tú y yo.
En un sofá para dos.

Tú y yo.
Sin miedo a nada.

Tú y yo.
Queriéndonos.

Tú y yo.
Besándonos.

Tú y yo.
Acariciándonos.

Tú y yo.
Éxtasis.

Tú y yo.
Solos.

Tú y yo.
Mirándonos.

Tú y yo.
En un sofá para dos.


Esta entrada va dedicada a todas aquellas personas que me quieren y que siempre están conmigo en este arduo camino.

Soberbia

Soberbia, orgullo, vanidad, etc. Muchos nombres pero el mismo significado: la falsa superioridad del que realmente no tiene nada. Según las antiguas escrituras la madre de todos los pecados, y por lo tanto ella procede la máxima debilidad. Nos induce a menospreciar el valor humano y estético de lo que nos rodea convirtiéndonos en algo hueco e inservible para la sociedad. Creernos superiores a los demás y a la humanidad misma nos hace débiles, puesto que toda persona que se crea superior a la humanidad, es un ignorante. Por consiguiente el ser humano ignorante es débil por naturaleza.

Fijaros en la gente que se comporta así, están solos. Nadie quiere ser amigo de alguien que se cree superior a los demás siempre. Popularidad, fama, belleza,... todo es perecedero, nada de eso nos lo vamos a llevar al otro mundo debajo del brazo, NADA.

Al final los soberbios se acaban excluyendo ellos solos porque no encuentran a nadie lo suficientemente bueno como para compartir su vida con esa persona.

L.

Seguí

-No tengas miedo. Ya he hecho esto antes. Vamos, bebe. Termínate el cigarrillo y sígueme.

En un servicio tomó mi carne, ¡quema!. No podía creer lo que estaba haciendo, pero lo seguí, lo seguí. Con medio botellín de alguna bebida alcohólica en la mano, seguí.

-¿Me quieres?-le dije.
-Si.-me contestó.

Yo me preguntaba si era verdad, seguí. Dejé el botellín. El servicio olía mal, estaba sucio, pero seguí.

-Enséñame lo que sabes.-me dijo.

Se lo enseñé. No tenía rumbo me perdí, lo seguí hasta donde él quiso. Él era mi rumbo.

Mi piel ardía, ¡no me toques!
¡No me mires!

Se paró el tiempo.
Respiramos al unísono.
Seguí.

Colillas, papeles sucios, medio botellín de alguna bebida alcohólica y una noche...fue todo lo que me dejó cuando se fue de aquel servicio de aquel pub.

Me terminé de vestir. Me bebí el medio botellín que me quedaba y me encendí un cigarrillo. Me fuí.

¿Me quería? No.
¿Yo a él? Tampoco.