Página en blanco

Mañana a partir de las doce de la noche y después de tragar la última uva (quien se las tome), tenemos una página en blanco en la que empezar a escribir. Esta página será una de las que componen el libro de nuestras vidas. Será una página que se escribirá con mejor o peor letra que la anterior, con más o menos faltas de ortografía, pero sin duda será única. No habrá otra igual a ella.

Empezamos un nuevo año, una nueva década y una nueva etapa. Para muchos (entre los que me incluyo) es un ansiado cambio para dejar atrás todo lo negativo y dar un lavado de cara a nuestra existencia. Muchos empiezan a caminar este nuevo camino de una manera y en unas condiciones que jamás se hubieran pensado. Cambios en la familia, en las amistades, en las parejas y en la sociedad que le rodea.

Tengo la esperanza de que el 2010 será un buen año en el que encontremos lo que estamos buscando o por lo menos nos acerquemos a ese algo.

Feliz año nuevo 2010.

Ese chico es un monstruo

Sabes que no te conviene, sabes que no es bueno para ti, sabes que no tenéis futuro los dos juntos, en definitiva, sabes que es un monstruo. Te atrae, te gusta, te mueres por estar con él, a la vez lo es todo y a la vez no es nada. Relación tormentosa en la que te utiliza sin que te des cuenta, dándote a entender que eres su prioridad pero no es así. Se comió tu corazón y se comió tu mente. Ahora no puedes sentir, ni amar, ni pensar, ni ser independiente, te deja vacío. Es como una droga a la que estás enganchado y de la que no te puedes desenganchar. Te conviertes en un drogadicto de ÉL.

Natividad

Navidad, qué bonitas fiestas. Todo está decorado, con luces, guirnaldas, cosas brillantes que llaman la atención. Son fiestas para estar con la familia, comer juntos y estar en paz y comunión. Todos comiendo manjares alrededor de una gran mesa adornada con lujosos centros y manteles. Comemos , reímos, bebemos, hablamos, cantamos, e incluso bailamos al son de la pandereta y la zambomba. Se escuchan incansables villancicos y cancioncillas típicas de estas fiestas.

Luego llega la mejor parte, las compras. El consumismo es lo que mueve en estos años a la Navidad, comprar, comprar, comprar y seguir comprando. Yo soy el primer consumista de todos pero se da uno cuenta que cuando llega a una edad esto pierde la gracias. Es como poner el árbol por ponerlo pero sin ese ambiente navideño que se solía tener. Sin ilusión por lo que te van a traer los reyes magos por que ya lo sabes desde un mes antes del 6 de enero. Lo único bueno que tienen estas fechas es el comienzo de un nuevo año, el comienzo de una nueva etapa, otra página del libro que es la vida.

Dicen que las navidades son las fiestas más tristes de todas y yo estoy de acuerdo. Hay gente que falta, te acuerdas de momentos mejores... Son fiestas ancladas al pasado, siempre te acuerdas de los momentos vividos en estas fechas, buenos o malos, da igual. Un ancla que llevamos de por vida en estas fechas.

Pereza

Uno de los 7 pecados capitales. El más abstracto de todos, y el que más explicaciones acepta. El nada por el nada. La vagueza de no aceptar la vida tal y como es, y de no afrontarla. Nos induce al desdén y a dejarnos llevar. Sin ganas de nada y a veces, asta sin ganas de vivir. Nos impide afrontar la vida como viene y se ampara en la 'desgracia' que, a veces, creemos tener. Como dijo un sabio: 'La pereza es la incapacidad de aceptar la vida tal y como es'.

El desdén y la monotonía nos inundan hasta lo más profundo de nuestro ser, provocando que no seamos fieles a las metas marcadas en nuestra vida y alejándonos de los objetivos que queremos conseguir. Esta es la consecuencia más próxima a este estado de ensoñación permanente. No me refiero a la pereza material, sino a la pereza de espíritu. La que te deja lisiado.

Abrígate

¿Te acuerdas cuando tu madre te decía de pequeño: abrígate que hoy hace frío?, o
¡Ponte el chaquetón que te vas a resfriar!. A veces ella se salía con la suya y te ponía, no sólo un chaquetón, sino también una bufanda, un gorro de lana y dos pares de guantes. Claro, cuando tú luego salías al recreo te morías de calor con todo aquello puesto y te lo quitabas. Si había suerte te acordabas luego de ponértelo todo y si no salías sin nada puesto y ella te regañaba cuando te veía, en fin.

Ahora que hemos crecido nos sigue diciendo lo mismo pero ya no le hacemos caso cómo antes. Ahora le decimos: Uff, ¡Qué pesada!, o simplemente un ¡No tengo frío!. El problema es que ahora solemos tener un frío que no se puede quitar con ningún chaquetón, anorak , bufanda o jersey. Ese frío que tienes dentro y que no te deja respirar sin que te hiele las cuerdas vocales, con la consecuencia de que no tengas ganas de hablar con nadie, ni siquiera contigo mismo. El frío que los de tu alrededor te intentar quitar y no pueden, no pueden por mucho que lo intenten. Lo único que se puede hacer en estos casos es que algo desde tu interior te caliente, a buscar ese 'algo' es a lo que se reduce la vida humana.

Días con cáscara

Afronto otro día más de mi vida con esta cáscara de falsa felicidad y alegría. Otro día en el que me engaño a mi mismo y a los demás, que cuando me preguntan por mi estado yo contesto: 'No me pasa nada'. Y sonrío como si todo fuera bien.

Nublado...

Metástasis

La metástasis es la propagación del foco canceroso a otro órgano distinto del que se inició. ¡Qué malo debe de ser morirse por dentro! Poco a poco te vas apagando y quedando sin vida, como una hoja que se marchita cuando llega el otoño. Si tienes suerte puedes curarte y seguir adelante, pero si no... si no ¿qué? Dejarás de existir, tus seres queridos te recordarán, pero ese recuerdo no durará más de dos otres generaciones, luego pasarás a formar parte del amplísimo grupo de personas que han pasado por este mundo, y que pasarán, sin pena ni gloria.

Esto es, seguramente, una de las cosas a las que los seres humanos les tenemos más miedo, al olvido absoluto. Todo por lo que luchamos día a día, segundo a segundo, el tiempo lo borrará y dejará de ser útil. Por eso tenemos ese afán por tener nuestro minuto de gloria y dejar una huella, por pequeña que sea, en este mundo.

¿Merece la pena?, ¿Podremos seguir adelante?, ¿La metástasis de la vida acabará apagándonos?.

Pluma y Tinta

Empiezo este blog en un momento, en el que veo y siento que todo está viciado. Entendedme, no viciado de vicio, sino viciado de viejo, repetido, feo , deformado, algo que va mal... Pretendo que Pluma y Tinta sea una puerta por la que pueda airear de manera eficiente todo este caos en el que veo sumido mi alrrededor y a veces hasta yo. Escribiré cuando sienta que tengo algo que contar que merezca la pena y que tenga algún fruto en un futuro. Estoy seguro que a nadie dejaré indiferente, como en la vida misma.