miércoles, 8 de septiembre de 2010

Quítate de mi camino.

Día tras día sigo aquí, atrapado, en esta cárcel de barrotes de oro. Estoy harto de no poder decidir, equivocarme, vivir un error. Me quitaste mi libertad, mi decisión y mi autonomía; me dejaste , aquí, encadenado. Pero esto ya llego a su final, romperé mis cadenas y me iré, ya no me tendrás más y no volveré. Fuiste una piedra en la que tropecé, pero ¿sabes qué?, te retiré de mi camino, te quite de mi paso, de mi vida, de mi existencia. Vete, fuera de aquí, ya has vivido bastante de mí. Ha llegado la hora de que sea mi propio dueño, el que elija cómo vivir, cómo ser, qué errores cometer y qué llegar a ser.

Hazte un favor y quítate de mi camino.

No hay comentarios: